Hace poco tiempo reproduje la confesión de George John Haig, el “vampiro de Londres”. Otra figura relacionada con el vampirismo –si bien se aproxima más a la figura del ogro o el legendario Barba azul- es Gilles de Rais (1440-1444), miembro de la guardia personal de Juana de Arco durante la Guerra de los Cien Años y eventualmente nombrado Gran Mariscal de Francia. El actor galo Vincent Cassel le dio vida en la película “La mensajera”, de Luc Besson.
Habiéndose retirado a sus tierras al sudeste de su país tras la ejecución de la Doncella de Orleans en 1431, Gilles de Rais se convirtió en un devoto de la alquimia y la magia negra, creyendo que podría encontrar el secreto de la piedra filosofal en la sangre. Sus experimentos desencadenaron sus brutales instintos, los cuales lo llevaron a asesinar entre 200 y 300 niños durante nueve años de terror. Los infantes eran atraídos hacia su castillo ofreciéndoles comida. Una vez en su poder, los torturaba de las maneras mas atroces, los sodomizaba e incluso mantenía relaciones necrofílicas con los cadáveres. Se dice que muchas veces bebió su sangre. Una leyenda narra que mientras de Rais se deleitaba con sus víctimas infantiles, acompañaba sus monstruosidades con el canto de un coro de niños dispuesto a su servicio.
Las atrocidades del Mariscal no pasaron desapercibidas –Valentine Penrose, en su libro La condesa sangrienta (Siruela, 2001), asegura que de Rais admitió haber asesinado a más de 800 niños-. Confesó sus crímenes y la complicidad de sus sirvientes. Fue juzgado por brujería, satanismo, alquimia y sodomía en el tribunal del obispo de Nantes. Con la anuencia del duque y el mismo Rey de Francia, de Rais fue sentenciado a muerte.
El 24 de octubre de 1440, en la plaza frente al castillo de Bouffay, fue ahorcado y posteriormente arrojado a la hoguera, logrando así la redención divina. Santo remedio.
Habiéndose retirado a sus tierras al sudeste de su país tras la ejecución de la Doncella de Orleans en 1431, Gilles de Rais se convirtió en un devoto de la alquimia y la magia negra, creyendo que podría encontrar el secreto de la piedra filosofal en la sangre. Sus experimentos desencadenaron sus brutales instintos, los cuales lo llevaron a asesinar entre 200 y 300 niños durante nueve años de terror. Los infantes eran atraídos hacia su castillo ofreciéndoles comida. Una vez en su poder, los torturaba de las maneras mas atroces, los sodomizaba e incluso mantenía relaciones necrofílicas con los cadáveres. Se dice que muchas veces bebió su sangre. Una leyenda narra que mientras de Rais se deleitaba con sus víctimas infantiles, acompañaba sus monstruosidades con el canto de un coro de niños dispuesto a su servicio.
Las atrocidades del Mariscal no pasaron desapercibidas –Valentine Penrose, en su libro La condesa sangrienta (Siruela, 2001), asegura que de Rais admitió haber asesinado a más de 800 niños-. Confesó sus crímenes y la complicidad de sus sirvientes. Fue juzgado por brujería, satanismo, alquimia y sodomía en el tribunal del obispo de Nantes. Con la anuencia del duque y el mismo Rey de Francia, de Rais fue sentenciado a muerte.
El 24 de octubre de 1440, en la plaza frente al castillo de Bouffay, fue ahorcado y posteriormente arrojado a la hoguera, logrando así la redención divina. Santo remedio.
Jajaja horror verdadero, has dicho sobre ese nuevo film de vampiros brillantes de diamantina mal pegada. Cuanta verdad hay tus palabras.
ResponderEliminarGiles de Rais... espero no estar confundida, pero me parece recordar que a este señor lo mezclan un tanto con el asunto del Lobo de Gevaudan.
Entre este blog y mi clase de los martes, parece que pretendo encabezar una horda de linchamiento a Crepúsculo, querida King. Pero en fin. La verdad nunca había leído sobre un vínculo entre el mariscal de Rais y le bestia de Gevaudan. Pero suena interesante. Un abrazo.
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