lunes, 14 de junio de 2010

Dexter, tercer acto

Sigamos hablando de televisión. Muchas series contemporáneas tienen un infausto destino, y esto se debe a la calidad de sus historias. Amas de casa desesperadas, en su primera temporada, inició como una propuesta prometedora pero derivó en el más grande absurdo; 24 agotó inmediatamente lo innovador de su narración; Héroes erró el rumbo de lo que parecía una interesante visita al mundo de los superhéroes. Pero he aquí un caso afortunado. El martes pasado fue el final de la tercera temporada de las aventuras de Dexter Morgan (Michael C. Hall), el analista de indicios hemáticos de la Policía de Miami que en su tiempo libre es un experimentado homicida. El personaje comprueba lo que afirma mi amigo Ricardo Bernal: los asesinos en serie son los superhéroes del nuevo milenio. Y es que es imposible que no nos atraigan estos personajes. Ellos se atreven a lo que nosotros no y viven más allá de las normas sociales, religiosas, legales y éticas. Dexter es especialmente relevante en una sociedad –como la nuestra- donde la justicia no siempre llega a quien la merece. El personaje tiene un código que lo lleva a matar a quienes mataron impunemente y escaparon del sistema por errores o tecnicismos. En ese sentido se erige, aunque tenemos plena conciencia que lo que hace está mal, en una especie de justiciero, “no el que la ciudad necesita, sino el que merece”, para citar a los clásicos. Es un asesino que realiza lo que correspondería a los gobiernos. Triste pero cierto. Triste pero quizá necesario.
Dexter terminó pues su tercer ciclo, uno marcado por la soledad y la búsqueda de aceptación, porque el hombre por naturaleza es un animal gregario. Esto lo llevó a relacionarse con Miguel Prado (Jimmy Smiths), un torcido Fiscal de Distrito que se convirtió en su amigo, aprendiz y socio. El vínculo no fructificó y tuvo un desenlace inevitable. Las mejores historias de Batman no incluyen a Robin. Dexter aprovechó para saldar cuentas con un nuevo asesino, “El Desollador” y también emprendió otra aventura, la de la vida en pareja. Su novia Rita Bennet, (Julie Benz) madre divorciada de dos hijos, sobreviviente de un matrimonio violento –la pobre mujer no se distingue por saber elegir a los hombres-, es la fachada que Dexter necesita para aparentar normalidad ante la sociedad, su “máscara de sanidad”, como dijera el psiquiatra estadounidense Hervey Cleckley. Ahora tendrán un hijo y por ello, como muchas parejas, se casaron. Siempre pensé que el héroe –porque nos guste o no Dexter lo es- está condenado a la soledad. En ocasiones el compromiso resta interés a estos personajes. Pensemos en Peter Parker, alias Spiderman, o en el ogro Shrek. Pero en el caso de Dexter su posición como hombre de familia es un nuevo reto, como seguramente lo fue para John Wayne Gacy, el asesino en serie que era un devoto esposo de medio tiempo. Cumplir sus actividades homicidas con las presiones de la vida conyugal será una proeza indudable. La escena final de la temporada, con el baile nupcial de Dexter y su flamante esposa, es sumamente reveladora de lo que nos espera: la gota de sangre de Dexter sobre la blancura inmaculada del vestido de Rita. No puedo esperar.
Por cierto, pueden escuchar el podcast que Testigos del Crimen le dedicó hace tiempo.

2 comentarios:

  1. Hola Roberto Mi nombre es Vanya y escucho su podcast desde su primera Transmisión gracias a mi novio y su gusto por las ciencias forenses.
    Mi comentario es para hacerles una invitación a conseguir la 4ta temporada de Dexter (esta disponible ya en USA y actualicen la versión del podcast ya que en esta 4ta temporada se esclarecen tantas cosas y el final es un shock tanto que hasta la fecha aunk se rumora una 5ta temporada yo me puedo quedar hasta esta cuarta temporada.
    Desafortunadamente no he podido ripear los Cds si no con todo gusto se los pasaba pero ojala puedan conseguirlo antes de que salga en México por que es creanme la mejor de las otras 3 temporadas se los recomiendo ampliamente.
    Saludos y mucho éxito

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  2. Ciertamente coincido con el asunto del héroe del nuevo milenio, aunque más que héroe yo lo llamaría antiheroe.

    En efecto vi el final de la tercera temporada, y estoy esperando ansiosa la cuarta, a ver si no la riegan...

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