jueves, 5 de enero de 2012
El sueño americano convertido en pesadilla (previo)
Ayer, dentro del ciclo de cine “Todos los miércoles, todo Hitchcock” del Film Club Café, tuve el placer de presentar Psicosis (1960), una de las películas más recordadas del afamado director británico. No sé si la mejor –eso puede responderlo el que haya seguido fielmente todo el ciclo-, pero definitivamente es imposible no pensar en ella cuando se habla del virtuosismo del cineasta. Es la que más me gusta de su amplia filmografía. Es una obra cercana a la perfección. Se estrenó el 16 de junio de 1960, en la ciudad de Nueva York, hace poco más de 50 años y permanece vigente en una época donde la locura se ha convertido en un evento cotidiano. Le valió un impresionante reconocimiento del público y la crítica. Fue nominada a cuatro premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográfica de Estados Unidos, incluido el rubro de “mejor director”. No ganó ninguno, aunque debió hacerlo. En 1992 ingresó al Registro Fílmico de la Biblioteca del Congreso de ese país por ser “cultural, histórica y estéticamente significativa”. Todo es curioso porque Hitchcock la realizó sin mayor pretensión que asustar a su público. Pero en más de un sentido el Mago del Suspenso –sobrenombre que la cinta robusteció- jugaba a la segura. En breve reproduciré en este espacio un texto que preparé para la ocasión. Que los Reyes Magos cumplan sus anhelos.
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