Un aspecto que deliberadamente dejé de lado cuando
escribí sobre la exitosísima cinta Los Vengadores (TheAvengers, JossWhedon,
2012) es sin duda uno de los que más aplaudo: el antagonista. En más de una
ocasión he manifestado mi afición por los villanos (los de la ficción). Son los
que ponen “sabor al caldo”, los personajes más atractivos
no sólo porque ofrecen el conflicto indispensable en toda obra, sino porque resaltan
las virtudes del héroe y se mueven fuera de sus normas. “Somos iguales, pero tú
eres más aburrido”, le dijo JimMoriarty (Andrew Scott) a Sherlock Holmes (BenedictCumberblacht) en la traslación
del detective al nuevo milenio. Pero regresemos aLoki, el Dios del Caos.
Esta es la primera ocasión que es llevado a la pantalla grande. La encarnación
de Tom Hiddlestone es estupenda, a
la altura de los grandes villanos del cómic y de tiempos recientes en el cine. Observemos
su diálogo con la Viuda Negra (Scarlett
Johansson), por ejemplo, que –guardando las distancias- no deja de
recordarme al de HannibalLecter (Anthony
Hopkins) y ClariceStarling (Jodie
Foster) en el hospital psiquiátrico en Baltimore. El Loki que vemos en un ser despiadado, que se regodea por los
demonios personales de sus inferiores. Su patetismo original, debidamente
retratado en la cuestionable Thor (Kenneth Brannagh, 2010)
es aquí el que alimenta un genuino deseo de venganza y superioridad, al grado
de hacer un pacto con el Diablo (los Chitauri)
para conseguir sus propósitos.
El discurso de Loki
no es distinto al de muchos personajes de la vida real. “Ustedes nacieron para
ser gobernados” y “una hormiga no tiene problemas ante una bota”, piensa. Ese
pensamiento tiene sin duda parecido con muchos penosos momentos de nuestro
pasado, hoy tan en riesgo de repetirse dado el clima electoral. Como en las
marchas de los últimos días –en distintas partes del país- y ese hombre entrado
en años de la película, muchos no estamos dispuestos a arrodillarnos ante el
poder corrompido. Pese a su posición divina, al final Hulk le recuerda su realidad tras unos buenos azotes. “Dios
debilucho”, le dice. Y el malvado sólo deja escapar un gemido.
Pero basta de superhéroes por el momento. Recuperaré
la crítica que mi buen amigo Rafael
Aviña publicó sobre el filme el pasado viernes 27 de abril en la sección
Primera Fila del diario Reforma. Nos vemos la siguiente semana. Tengo un
“cuervito” que comerme.
--
Lucha
de egos
Rafael Aviña
TheAvengers:
Los Vengadores (EU, 2012) representa sin duda la
reunión más importante de héroes emblemáticos de Marvel. Y el responsable
directo de este asombro es JossWhedon, un realizador con una filmografía de
bajo perfil.
Guionista de Buffy,
la cazavampiros y creador de la teleserie homónima, del filme de ciencia
ficción serie B Serenity y
coguionista de Toystory, consigue
uno de los relatos más entretenidos y sólidos de esa amplia saga dedicada a los
superhéroes de la historieta.
En colaboración con su coargumentistaZackPenn,
Whedon evita las farragosas presentaciones de los personajes y se va directo al
punto, tomando como partida el legendario relato aparecido en septiembre de
1963 firmado por Stan Lee y Jack Kirby.
La primera sorpresa es que coloca en el centro de la
acción a un villano en realidad aterrador y perturbado, a la altura de los
guardianes del bien que le harán frente.
Loki (Tom Hiddlestone) –nada que ver con su papel en
la fallida Thor- con ayuda de una raza alienígena: los Chitauris, logra
apoderarse del Tesseract, artefacto con una energía capaz de destruir a la
Tierra y recluta contra su voluntad al eficaz arquero Halcón (Jeremy Brenner)
en la espectacular secuencia de arranque.
Lo que sigue, es la inminente incorporación de
héroes para colaborar por el restablecimiento del orden y la paz mundial que
comanda Nick Fury (Samuel L. Jackson).
No obstante, los elegidos: Capitán América (Chris
Evans), ItonMan (Robert Downey, Jr.), Thor (Chris Hemsworth), Dr. Banner/Hulk
(Mark Ruffalo) y NatashaRomanoff “Viuda Negra” (Scarlett Johansson), tendrán
quue lidiar primero con sus propias personalidades complejas y divididas para
aprender a trabajar en equipo: una misión más complicada que su lucha contra
Loki.
A pesar de un guión que repite una fórmula
establecida y algunas secuencias donde se notan las costuras a los efectos, TheAvengers: Los Vengadoresequilibra de
manera perfecta un gran diseño de propucción (el cvaos final en Nueva York),
una notable banda sonora de Alan Silvestri, una acción brutal, rítmica y
siempre en ascenso.
A esto se suma la química de las distintas
personalidades y, sobre todo, un humor ácido y constante, con IronMan a la
cabeza y como sorpresa final, Hulk acaba robándose a los espectadores.
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