lunes, 14 de diciembre de 2009

Drácula a la americana

Stephen King, uno de los autores contemporáneos más vendidos y exitosos, equivalente al horror de una Big Mac con queso –en palabras de un respetado experto-, escribió en su primera época una historia que puede resumir su trama en cinco palabras: Drácula viaja a Estados Unidos. Esto no demerita en forma alguna el resultado de la novela de 1975 La hora del vampiro (o El misterio de Salem´s Lot, según nuevas ediciones). En ella un señorial vampiro europeo, Kurt Barlow, pretende apoderarse de Jerusalem´s Lot, un pintoresco pueblo de Maine. Para impedirlo un atormentado escritor –como en muchos relatos de King- conforma un ecléctico equipo de cazadores de vampiros que incluye a un sacerdote alcohólico, un profesor de secundaria, un incrédulo galeno y un niño detentor de la fantasía –como ocurre en muchas otras historias de King-. También hay una damisela en peligro: Susan, un antiguo amor del héroe. El enemigo dista mucho del nosferatu de piel azul y exasperante mutismo que conocimos en la adaptación televisiva de Tobe Hooper (1979). Está mejor representado en el remake de Mikael Salomon (2004) por el otrora androide Rutger Hauer, modelo e inspiración para Anne Rice y su Lestat de Lioncourt. A continuación reproduzco la carta que el vampiro dejó a sus perseguidores cuándo éstos creyeron haberlo acorralado, misiva que confirma la compulsión por escribir de algunos hijos de la noche. Nótese la traducción española de Marta Guastavino.
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4 de octubre

Estimados y jóvenes amigos:
¡Qué amable de vuestra parte haber venido por aquí!
No soy en modo alguno adverso a la compañía, que ha sido uno de mis más grandes placeres durante una vida larga y, con frecuencia, solitaria. Si hubierais venido por la noche habría tenido el mayor placer de recibirlos personalmente. Sin embargo, como sospechaba que podríais preferir haceros presentes durante el día, me pareció mejor no estar.
Os he dejado una pequeña prenda de mi aprecio; alguien muy próximo y querido para uno de vosotros está ahora en el lugar donde yo pasaba mis días hasta que decidí que otro refugio podría resultarme más simpático. Es una muchacha encantadora, señor Mears, muy apetitosa, si me permite usted la pequeña broma. Como ya no la necesito, os la he dejado para que con ella os vayáis entusiasmando para lo que vendrá después. Para abriros el apetito, si os parece. Así veremos qué tal os sienta el aperitivo antes del plato fuerte que esperáis hallar, ¿verdad?
Jovencito Petrie, tú me privaste del servidor más fiel y más ingenioso que haya tenido jamás. De manera indirecta, hiciste que yo me convirtiera en causante de su ruina, al dar motivo para que mis propios apetitos me traicionaran. Indudablemente, le atacaste por la espalda. Me causará un gran placer vérmelas contigo. Aunque creo que empezaré por tus padres, esta noche… o mañana por la noche… ya veremos. En cuanto a ti, entrarás a integrar el coro de niños de mi Iglesia como castratum.
Respecto del Padre Callahan… ¿así que le persuadieron de que viniera? Me lo imaginaba. Desde mi llegada a Salem´s Lot le he observado con cierto detenimiento… como un buen jugador de ajedrez estudia las partidas de su contrincante, ¿no es eso? Sin embargo, ¡la Iglesia católica no es el más antiguo de mis contrincantes! Yo era ya viejo cuando ella era joven, cuando sus miembros se ocultaban en las catacumbas de Roma y pintaban peces en el pecho para poder distinguirse entre ellos. Yo era fuerte cuando ese estúpido club de comedores de pan y bebedores de vino que veneran al salvador de las ovejas era débil. Mis ritos eran milenarios cuando los ritos de su Iglesia aún no habían nacido. Pero nada subestimo. Conozco los caminos del bien tanto como los caminos del mal. Y no estoy saciado.
Y os venceré. ¿Cómo, preguntáis? ¿Acaso Callahan no lleva el símbolo de la Blancura? ¿Acaso él no se mueve de día tanto como de noche? ¿No hay encantamientos y pócimas, tanto cristianos como paganos, de los que mi excelente amigo Matthew Burke os ha puesto al tanto para defenderos de mí y de mis compatriotas? Sí, sí y sí. Pero yo he vivido más tiempo que vosotros. Yo no soy la serpiente, soy el padre de las serpientes.
Así y todo, decís, esto no es bastante. Pues claro que no lo es. Finalmente, “padre” Callahan, quiero decirle que usted solo se destruirá. Su fe en la Blancura es blanda y débil y cuando habla de amor se trata de una presunción de su parte. Sólo cuando habla de la botella está bien informado.
Mis buenos, excelentes amigos –señor Mears, señor Cody, jovencito Petrie, padre Callahan-, disfrutad de vuestra estancia. El Médoc es excelente; me lo procuró especialmente el difunto propietario de la casa, de cuya compañía personal jamás llegué a disfrutar. Os ruego que os consideréis mis invitados y bebáis, si aún os quedan ánimos para hacerlo cuando hayáis terminado vuestra tarea. Ya volveremos a encontrarnos, en persona, y en ese momento os daré mi enhorabuena en forma mucho más personal a cada uno.
Hasta entonces, adiós.
Barlow.

4 comentarios:

  1. Bueno, es que King es King!!!

    Y ahhhh (suspiro...), esos eran otros tiempos para hablar de vampiros....eran tiempos mas puros, mas vampiricos!

    No esq estos no lo sean, solo que... bueno, usted me comprende.

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  2. Solo he visto la adaptación del 2004 con Rob Lowe, me pareció decente, con algunos giros un tanto inesperados. Coincido totalmente contigo en eso de un vampiro en EU.

    Saludos!

    PD: ¿De casualidad no has visto una película sueca llamada "Let the right one in"?, aborda la relación entre dos chavitos (uno de ellos una vampira), pero no como en Twilight. A mi me pareció buena. Espero puedas comentar sobre ella.

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  3. La pelicula que menciona el joven de aca arriba (LTROI, es casi denominada cine de arte), buenisima. Pero ciertamente, el libro la supera!!!!

    Es gore, serial killers, amor y vampiros, todo en un mismo paquete!!!

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  4. Como siempre un gozo leerte Roberto o escuchar (testigos del crimen ) ah!! el tema de vampiros de mis preferidos y esta carta qeu generosamente nos compartes me llevo a las escenas de films del genero qeu tanto disfruto...!!!

    Con mi admiración y cariño te sigo leyendo.

    Claudia Contreras

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