martes, 21 de diciembre de 2010

Grandes pendientes 1: Opiniones divididas.


En las últimas semanas he encontrado dos tipos de personas: las que ya vieron Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte 1 (David Yates, 2010) y las que no. Dentro de los primeros he escuchado opiniones divididas: los que la aman y los que la odian –la califican de larga y aburrida, mayormente-. Prefiero considerarla como un primer acto, como el preámbulo para la conclusión de una de las sagas fílmicas más redituables de nuestros tiempos, de un fenómeno sin precedentes de la era de la globalización. También creo que es muy abundante en detalles que, si bien son permisibles en el contexto de la obra literaria, son innecesarios en el lenguaje cinematográfico. El Vaticano la ha tacha, para no variar, de “oscura y pesimista”, como si fueran menos horribles e indignantes los casos de pederastia clerical alrededor del mundo. De la saga escrita por la señora Rowling, la mujer más rica de Inglaterra, siempre rescataré su calidad literaria –que si bien no es de excelencia sobrepasa por mucho a los vampiros de Sthepanie Meyer- y su capacidad para atraer a los niños a la lectura. Y no menciono la competencia desleal entre la página impresa y la tecnología, tan irresistible para pequeños y jóvenes. Para avivar el fuego, como un pendiente largamente aplazado, he aquí la opinión autorizada de mi amigo Rafael Aviña, publicada el pasado viernes 19 de noviembre en el suplemento Primera Fila del diario Reforma.
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La vida íntima de los magos
Rafael Aviña

Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 1 (Gran Bretaña-EU, 2010) adapta la primera parte de la última novela de la serie escrita por J. K. Rowling.
En ella, Harry, Ron y Hermione deberán encontrar y destruir los horcruxes que contienen fragmentos de la tenebrosa alma de Lord Voldemort (Ralph Fiennes). Así, los tres se embarcarán en un viaje por diferentes partes del Reino Unido, donde se pondrán a prueba su sagacidad, valor y amistad, luego de descubrir una serie de legados del finado Dumbledore, quien guarda en su tumba la varita de saúco que fortalecerá al innombrable, al tiempo que descubren el secreto de un extraño símbolo.
En ésta, la séptima de la saga dirigida de nuevo por el británico David Yates, pesan sin duda los 146 minutos de duración.
Sobran escenas y la narración es lenta y explicativa sobre todo en la parte intermedia, para dejar con seguridad la acción violenta en la conclusión de la serie.
No obstante mantiene, como en las anteriores, un equilibrio con un impecable trabajo visual y una notable banda sonora de Alexandre Desplat, si faltar momentos humorísticos y/o sensibles como las imágenes en el Misterio de Magia que recuerdan al Terry Guilliam de Brazil (1985) o a Pink Floyd The Wall (1982).
El escenario de Hogwarts, así como los torneos de quiditch, desaparecen para platearse parajes solitarios, algunos que rememoran las infancias de Hermione y Harry.
Aquí, los protagónicos padecen ahora celos, ira, cansancio, e incluso bailan: se trata de niños-adolescentes a quienes no se les ha permitido tener una vida normal debido a las presiones que conllevan ser diferentes y estudiar en un colegio especial.
De alguna forma, se trata de un traslado de la propia vida de los actores, quienes desde la infancia carecen de una vida cotidiana, acostumbrada a los escenarios, la fama, la publicidad.
En esta entrega hay pocos seres fantásticos, monstruos y personajes adultos. De hecho, es la película más íntima de la serie, centrada en los tres protagonistas, a quienes les afecta la energía negativa del horcrux y aprovechan los dones de sus regalos, como ese libro de cuentos de Hermione, donde se relata a través de una lograda secuencia de animación, la historia de tres hermanos y su encuentro con las reliquias de la Muerte.

3 comentarios:

  1. El fin de una saga cinematográfica siempre acarrea opiniones encontradas... y más ésta que ha tenido en iguales cantidades tanto seguidores como detractores.

    http://tiraderomental.blogspot.com/2010/11/de-harry-potter-esta-vez.html

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  2. Lo que más me ha gustado de esta saga es el tremendo respeto que ha tenido por sus lectores. Los personajes han crecido de la mano de ellos hasta llegar a esta última primera parte donde, además de la dolorosa adolescencia, tienen que lidiar con lo extraordinario que les está ocurriendo.
    Más que aburrida, la considero, sí, íntima e introspectiva. Los escenarios naturales son hermosos y desoladores... esperemos que cierre igual.

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  3. Pues esperemos concluya satisfactoriamente. Yo ya leí el libro y conozco el desenlace. Me gustó mucho, sin evitar una nota nostálgica. Saludos a ambos, King y Miguel.

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