miércoles, 11 de abril de 2012

Las sempiternas ratas

La terrorífica experiencia del descendiente de la familia Delapore (del que nunca conocemos su nombre) en su vetusta heredad Exham Priory, en Inglaterra, da cuerpo a uno de los mejores relatos de Howard Phillips Lovecraft, Las ratas en las paredes (1924). Es un cuento que, aunque conozcas previamente, siempre tiene la capacidad de arrancar escalofríos. Se renueva con cada reencuentro. El español Carles Torrens, director de la ingeniosísima Emergo (2010) la coloca dentro de sus cinco relatos favoritos del autor. Y es por algo. Sin duda su efecto se debe al temor primigenio de muchas personas por los roedores, “las escurridizas e insaciables ratas con su continuo ajetreo que no me deja conciliar el sueño”. Uno de los mejores cuentos de Cthulhu, una celebración a los mitos (Valdemar 2001), Jerusalem´s Lot de Stephen King, es un declarado homenaje. Más que una continuación, el autor traslada el horror primigenio a su natal Maine de la forma más eficaz.
Releí ambas historias la semana pasada que gracias a mis queridos amigos Samantha Patiño y Guillermo Benítez me encontré con No temas a la oscuridad (Troy Nixey, 2011) una competente película cuyo mayor mérito radica en el guión de Guillermo del Toro y Matthew Robbins. La dupla tomó una venerada película televisiva (Don't Be Afraid of the Dark, John Newland, 1973) y la trasladó al universo del tapatío –tan en deuda con el del estadounidense-, con inevitables referencias a Arthur Machen y Algernon Blackwood, maestros de ambos.
La historia es ya familiar, pero no deja de atraernos (o al menos así me pasa). El restaurador Alex Hirst (Guy Pearce) y su pareja Kim (Katie Holmes) compran y se mudan a la abandonada mansión Blackwood –primer homenaje- en Providence, Rhode Island –segundo homenaje-. Sobre el lugar pesa una infame memoria, relacionada con los terribles eventos que rodearon la desaparición de su dueño el pintor Emerson Blackwood (Garry McDonald) y su hijo. Con la pareja llega a vivir la pequeña Sally (Bailee Madison), hija del primero, presa de la separación de sus padres bajo tratamiento para la depresión. La niña, detentora de una imaginación desbordada y víctima propicia para los terribles seres que habitan en el subsuelo y las paredes de la edificación, no deja de guardar similitudes con Ofelia (Ivana Baqueiro), la protagonista de El laberinto del fauno (2006). Ambas enfrentan la pérdida, circunstancias terribles para todo infante. Inquietantes llamados, descubrimientos terribles (esos dientes en la chimenea), encuentros peligrosos (el del pobre trabajador) y revelaciones fatales anuncian a los verdaderos protagonistas de la historia, esa horda de pequeñas criaturas que están a medio camino entre las imaginadas por Lovecraft y las hadas de los dientes de Guillermo del Toro (Hellboy II, el Ejército Dorado, 2008).
La presencia de Katie Holmes -la objeción que muchos pueden hacer- es compensada por el espectáculo visual, porque nadie cuestiona su incapacidad actoral y que su papel pudo interpretarlo mejor cualquier actriz de mediano talento. Y aunque Del Toro coescribió el guión, tiene un entrañable lazo con su fuente de procedencia (la película televisiva), dio su consejo constante al director y –como su maestro Alfred Hitchcock- tiene una fugaz aparición, resulta curioso que no se haya animado a dirigirla. Creo que hizo bien, porque aunque la factura de la cinta es impecable el tapatío está destinado a proyectos más ambiciosos. Puede darse ya el lujo de endosar su buen nombre a otros proyectos. “Guillermo del Toro presenta” es ya un sello de calidad. 

5 comentarios:

  1. Se oye interesante, además trae el plus de que tiene algo lovecraftiano. Agregada a mi lista de films.


    Saludos

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  2. Creo que te gustaría, querido Rubén. Me cuentas qué te pareció. Un gran abrazo. Roberto.

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  3. La acabo de ver, me gustaron los mostritos esos, la historia sobre el hada de los dientes, los ataques a los miembros de la familia, la casa y su atmósfera siniestra, lo mejor de todo es que al final se llevaron a Katie Holmes, ja, aunque dejan ver que se convirtió en la "reina" de ellos.

    Tiene su partes aburridas pero en general esta OK.

    Saludos


    PD: Por cierto, ¿será un guiño a la película 'Mememto' lo de la camára polaroid?, con eso de que en ella también actua Guy Pearce...

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  4. no tuve oportunidad de verla, no la he visto...y ahora me arrepiento seriamente!! D:

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  5. tengo curiosida si el escirot de la pelicula es verdadero EMERSON BLACKWOOD

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