martes, 27 de julio de 2010

La noche de los muertos vivientes en el nuevo milenio

Una de las películas que nunca dejo de ver cada vez que me topo con ella en la televisión es La noche de los muertos vivientes (George Romero, 1968). Es una de las obras que más cautivaron mi imaginación adolescente, una metáfora terrible a la que he dedicado mi atención adulta a través de textos (en Amor al terror, 2008, Ediciones Shamra) y disertaciones públicas (en 2003 recordé su 35 aniversario en las desaparecidas Charlas de Café de la Cineteca Nacional). Más allá de academicismos, el zombi es uno de mis monstruos favoritos, uno que conserva su capacidad de atemorizarme, uno que me habla de un miedo fundamental: perder mi intelecto e identidad, convertirme en uno del montón.
El sábado por la noche me encontré casualmente con su reelaboración, que no suelen pasar en televisión, uno de los pocos remakes que no corrieron con la miserable suerte de otras cintas que pretendían actualizar obras clásicas del cine de horror. En esta ocasión se trató de la revisión que Tom Savini hizo en 1990, con la bendición del propio Romero y su coescritor John Russo, de La noche de los muertos vivientes. Savini era la elección ideal para esta labor. No sólo se encargó, en su faceta de habilidoso artesano de efectos especiales, del maquillaje de la saga zombi de Romero desde su segunda entrega –de hecho, desde Martin (1977)-, sino ha demostrado una gran sensibilidad –sanguinolenta- para explorar a éstos seres, desde su aparición especial en otras reelaboraciones (El amanecer de los muertos, Zack Snyder, 2004), divertimentos (Planeta terror, Robert Rodríguez, 2007) e infamias (Los hijos de los muertos vivientes, Tor Ramsey, 2001). Respetuosamente, Savini trae el drama de supervivencia por todos conocido para las nuevas generaciones. Sólo que lo hace de manera más vigorosa e impactante, en flamante technicolor, gracias a los avances técnicos y beneficiado por un mayor presupuesto que los autores originales. Uno de sus aciertos fue que Bárbara cobrara un papel más activo en su propia supervivencia. De ser una chica casi catatónica al toparse abruptamente con el horror (en 1968), se convirtió en una mujer aguerrida, dispuesta a defenderse y acabar por mano propia con más de un zombi (en 1990). Vindica el rol femenino en las cintas de horror. Abrió el paso a una nueva generación de mujeres combativas, como una Milla Jovovich que patea muertos al por mayor en la adaptación de un conocido videojuego. La invitación a la reflexión sigue intacta. Perviven los conflictos raciales, la familia disfuncional, la desconfianza sobre nuestra clase gobernante y la crítica a la sociedad de consumo. Lo más importante también: los “seres humanos” no somos diferentes de nuestros pares reanimados. “Ellos son nosotros y nosotros somos ellos”, acepta fatalmente la superviviente en los momentos finales de la película. Cobró sentido la otra noche que uno de mis vecinos golpeó con una escoba a un perro de la calle que buscaba cobijo de la fría lluvia. Por eso, como decía Emilio García Riera, “el cine es mejor que la vida”. Al menos los zombis sólo tienen poder en la oscuridad. Los verdaderos monstruos viven en la puerta de al lado.

4 comentarios:

  1. Bien, sin embargo te falto algún comentario sobre el racismo, particularmente en la versión del 90 que queda muy bien definida entre los personajes de Cooper y Ben, mencionar también (o quizás no) el bodrio que fué Night of the living de3D, suerte de remake- readaptación y "rebuzno" donde no solo destrozaron la historia original sino que metieron los viejos efectos 3D (esos que provocan más dolores de cabeza a los pocos minutos).

    En fin, larga vida al genero de los no muertos!

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  2. Muy cierto, Anonimo. Es lo padre de esta película. Tiene una infinidad de interpretaciones. Es una radiografía de su época y una crítica a muchos aspectos de la naturaleza humana. De ellas he hablado mucho y preferí omitirlas esta vez. Está por ejemplo la hija que devora a los padres, lo nuevo enfrentado a las viejas formas de pensamiento. De la versión en 3D no puedo decir nada. No la conozco, pero es una de las infamias inevitables. Hay mucho por explorar con los zombis. El otro día escuché que Haití fue una de las primeras naciones en apoyar el movimiento independentista de México. ¿Qué hubiera sido si su ayuda consistiera en enviar un batallón de zombis para combatir al lado de nuestros próceres? Territorio fértil. Saludos.

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  3. Tendré que buscar esa versión, suena interesante. También vale la pena recordar el personaje de Savini en Del crepúsculo al amanecer (otra de Rodriguez) masacrando vampiros aztecas con su "pistola".

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  4. al igual que tu roberto el tema Zombie siempre me ha encantado, es una lastima que Romero cada vez vaya perdiendo el toque, que aunque tiene sus pequeños ratos en sus dos mas recientes entregas, a mi forma de ver ha dejado mucho que desear...

    pero te recomiendo estes atento a la adaptacion al comic The Walking, que traera nueva fuerza al genero Zombie y mejor aun al tratarse de una serie televisiva en donde se puede atacar varios puntos, eso sin mencionar la tan esperada WAR Z...

    en fin te mando un afectuoso saludo...

    y una invitacion a los amantes del genero:

    MARATON ZOMBIE....

    PROGRAMADAS:

    DEAD SNOW...
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