martes, 16 de marzo de 2010

La isla siniestra

El jueves mi amigo Pablo Guisa, organizador del Festival Mórbido y entusiasta del cine de horror, me invitó a la premier de “La isla siniestra” (Shutter Island, 2010), el vigésimo primer largometraje del talentoso Martin Scorsese y su cuarta colaboración con su nuevo actor fetiche Leonardo DiCaprio.
¿Por qué dedicarle minutos valiosos frente al teclado si el tema de este blog es el horror y lo fantástico? Porque logró causarme una sensación de opresión durante casi todo el metraje. ¿Y no es ese uno de los efectos del buen relato de horror?
Lo primero que debo decir es que la película no alcanza el virtuosismo del Scorsese que dirigió Toro salvaje o Los infiltrados, pero demuestra su buen oficio. Es una “película alimenticia”, de eso no hay duda, y como decía con sabiduría la abuela Coria, "hay que corretear la chuleta".
Este thriller psicológico escrito por Laeta Kalogridis, que inevitablemente me recordó El gabinete del Dr. Caligari (Wiene, 1921), está basado en la novela homónima del académico y escritor Dennis Lehane, autor –entre muchos otros trabajos- de la novela que inspiró la película Río Místico. La trama es la siguiente: En 1954 los alguaciles federales Edward Daniels (DiCaprio) y su compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo), acuden a la inexpugnable Isla Shutter del título para investigar la desaparición de una paciente del Hospital Psiquiátrico Ashcliff para criminales dementes –que no deja de recordarnos al Asilo Arkham de Batman-, dirigido por el misterioso Dr. John Cawley (Ben Kingsley). Lo que sigue es un viaje –onírico a veces, pesadillesco en otras- donde nuestro héroe enfrenta sus fantasmas y trata de desentrañar un misterio, salpicado por la paranoia anti comunista de la época, donde no todo es lo que parece.
No mencionaré más del desenlace para no estropeárselos. Lo que sí diré es que en la historia convergen homicidas, pirómanos, filicidas y la población clásica de un manicomio. Destaca el caso de la mujer, corazón del enigma, que asesinó a sus tres hijos ahogándolos en un río y luego los sentó a la mesa, evocación clara de nuestra Llorona y del caso de Claudia Mijangos Arzac, la reina de belleza queretana que aniquiló a sus vástagos en 1989.
“La isla siniestra”, si bien es una cinta de fórmula, es un entretenimiento eficaz que no decepciona a pesar que el devorador del cine de horror puede argumentar que es una historia que ya ha visto antes. DiCaprio, muy alejado del joven bello y con talento limitado que odié en el inicio de su carrera, convence en su papel de un alguacil al borde del precipicio. Completan el cuadro las breves e intensas apariciones de Max Von Sydow -el mismísimo Padre Merrin-, Elias Koteas y Jackie Earle Haley, el nuevo rostro de Freddy Krueger.

2 comentarios:

  1. Muy buena reseña, no tenía pensado ver esta película pero después de leerte ya se me antojó. :P


    Saludos!

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  2. De esta pelicula me encanto la fotografia, la verdad, la actuacion de Dicaprio esta regular, en los momentos cruciales, Mark Ruffalo se lo lleva de calle..
    Sin embargo, la forma en que le dice su ultima linea en la pelicula a Ruffalo, me hizo verlo por primera vez como un buen actor.

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