lunes, 31 de mayo de 2010

Freddy regresa, parte 2 de 2.

En la Pesadilla en la calle Elm de 2010 la historia no ha cambiado radicalmente. Nancy Holbrook –Roney Mara- es una típica adolescente del pacífico pueblo californiano de Springwood. Cuando algunos de sus condiscípulos mueren misteriosamente, varios durante el sueño, sus investigaciones revelan recuerdos tortuosos: de niños fueron el festín de un pedófilo llamado Fred Krueger, a quien sus padres ajusticiaron sin misericordia. Pero este no fue el final. El malvado encontró la manera, tras su dolorosa muerte física, de consumar su venganza a través de los sueños de los hijos de sus victimarios. La variante más dramática de la cinta –y su mayor aportación- es que explora las raíces del villano Krueger, razón que le valió la titularan en España Pesadilla en la calle Elm: el inicio. Y esa es precisamente una de las grandes fallas del guión de Wesley Strick y Eric Heisserer. Si Fred Krueger es un pedófilo, ¿por qué esperar a que sus víctimas lleguen a la adolescencia para acabar con ellas? Un pedófilo, desde el punto de vista de la Psicología, sólo siente atracción por niños o preadolescentes con rasgos infantiles. Una jovencita promedio, con todo y el crecimiento de sus caracteres, jamás sería objeto de los apetitos de un criminal de esta naturaleza. Los atribulados jóvenes no se valen ya de simple café para mantenerse despiertos: ingieren anfetaminas, toman Red Bull e incluso se inyectan adrenalina directo al corazón, en una escena que no deja de recordarnos a Pulp fiction (Tarantino, 1994). El aspecto de Krueger no varió significativamente –el guante con navajas, el suéter a rayas y el infaltable sombrero siguen ahí-, pero su apariencia semeja más la de una auténtica víctima de quemaduras de tercer grado. Pero no sólo sus cicatrices cambiaron, también su humor. La interpretación de Jackie Earle Haley es más sombría, más en tono con el carácter oscuro y malvado del personaje. Ese es un aspecto que los aficionados extrañarán, el sabor nostálgico de su predecesora y sus recursos limitados que la acercaban a una película B: una de las secuencias más memorables, la del malvado Krueger al acecho en la cabecera de Nancy, es "mejorada" gracias a los efectos de computadora. Todo el conjunto, si bien es impecable, carece de personalidad. La dirección del debutante Bayer, quien se forjó al hacer videoclips para Metallica y Green Day, es pulcra, apoyada de una eficiente fotografía de Jeff Cutter. Pero todo, por alguna razón, no termina de convencer. Si tenemos en cuenta el infame resultado de muchos remakes –como la ya mencionada Viernes 13-, la nueva Pesadilla no sale mal librada. Es una película que puede verse y olvidarse. No obstante es inminente una secuela. Posiblemente es el reinicio de una franquicia redituable. Y es que Freddy Krueger, a pesar de su corta vida, ha demostrado tener capacidad de revivir continuamente como el monstruo clásico que ya es. De sus aventuras, sin duda, volveré a ver otro remake.

5 comentarios:

  1. Coincido con Roberto. No cuadra lo de la pedofilia. Me puso de malas. A pesar de que la 1 y la 3 de la saga original (donde está involucrado Craven) son las únicas buenas, las demás por lo menos te hacían reír. Esta nueva versión ni espanta ni entretiene. Le quitaron toda la fantasía siniestra y se limitaron al "buu" ya característico de los remakes de cintas de terror asiático.

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  2. Concuerdo, Miguel. Sigo pensando que pudo ser peor. En fin. Muchos saludos.

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  3. a mí me gusto mucho la nueva personalidad de freddy, este si se ve malo, oscuro, resentido y maniático, eso fue genial, lo malo está en el guión, nada que emocione...

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  4. Extrañé el humor ácido del Freddy original. Aunque la interpretación de Jackie Earle Haley no me molestó, la mirada de Englund le da un toque único al personaje.
    Y de acuerdo, esta peli se puede ver y olvidar, ese me parece que es su mayor mérito.

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  5. Pues a mí me gustó, no me encantó como deseaba. También me agradó el Freddy sombrío, pero extraño al bufón diabólico al que estábamos acostumbrados. En fin. Gustos bipolares. Saludos a todos.

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