martes, 19 de julio de 2011

Feliz cumpleaños, querido Vicente Quirarte.

Hoy es el cumpleaños de mi querido amigo Vicente Quirarte.
A él lo conocí, en mi época universitaria, cuando leí su Sintaxis del vampiro (Verdehalago, 1995) y me sentí inmediatamente fascinado por su erudición en el tema, la tersura de su prosa, la seriedad profunda con que examinaba mundos poco respetados por la mayoría. Su libro fue una influencia definitiva para que en 1998 ofreciera mi primera experiencia docente, El mito del vampiro en la literatura y el cine, en Casa del Lago de la Universidad Nacional Autónoma de México. Años después, en 2000, él impartió un curso de cuatro sesiones titulado Del monstruo considerado como una de las bellas artes en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica. Me inscribí sin pensarlo dos veces, a pesar que las distancias y mi horario de trabajo se interponían. Antes de iniciar, lo esperé al pie de las escaleras eléctricas del recinto. Lo reconocí, sin haberlo visto jamás, en cuanto lo vi aparecer. Llevaba un maletín que rendía homenaje al de Abraham Van Helsing. Me presenté torpemente, sin ocultar mi admiración. “He escuchado de usted y su curso en Casa del Lago. Lo felicito”, me respondió. Yo no podía creerlo. Con el paso de los años me he convertido en su amigo, sido testigo de sus innumerables triunfos y beneficiario de su talento, buen gusto y sabiduría. Caminar a su lado en los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras o hacer fila en una sala de cine, es como acompañar a un rock star. Poeta, ensayista y dramaturgo, detentor de todos los logros académicos posibles, estudioso apasionado de la Historia de México y sus héroes, peatón inagotable del Centro de la Ciudad de México, explorador tenaz de territorios reales e imaginarios, admirador de la Familia Burrón y el Hombre Araña, lector voraz de Poe, Baudelaire, Pessoa, Lovecraft y Borges, anfitrión generoso, diletante del buen beber y comer, guía e inspiración constantes, Vicente nunca ha dejado de ser un habitante distinguido del país llamado infancia. En su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua confesó, con especial dedicatoria a algunos iniciados, “un gran poder trae consigo una gran responsabilidad, aprendí de uno de los héroes de mi infancia. Cuando el hablante toma conciencia de su capacidad verbal, es el más poderoso de los seres. Nombra el mundo, lo bautiza como si con él naciera, porque con él nace. Sin embargo, cuando descubre que su vocación es entrar en el corazón de las palabras, hacer su anatomía, trasmutarlas en nuevas criaturas, comprende la tarea que su tribu le encomienda”.
En su vasta obra poética y ensayística, siempre tendré en especial estima su prólogo a la compilación Criaturas de la noche (Instituto Coahuilense de Cultura, 1998), Relatos de brujas, vampiros y hombres lobo (Readers Digest, 1998), la obra de teatro El fantasma del Hotel Alsace (Coordinación de Difusión Cultural UNAM, 2001), los grandiosos prólogos a las ediciones de Drácula de Bram Stoker (Conaculta, 2002 y Porrúa, 2004) y Del monstruo considerado como una de las bellas artes (Paidós, 2005).
Gracias por existir, querido Vicente. Mi gratitud imperecedera a Don Martín y Doña Luz por traerte a este mundo. Gracias por tus insuperables enseñanzas, tus acertados consejos, tu apoyo constante, por hacer respetable un tema que nos hermana  y sobre todo por tu enorme calidad humana, que es sin duda tu mayor virtud.
A todos los que deseen saber más sobre el festejado, les recomiendo la estupenda biografía (incompleta, porque todavía no hemos visto lo mejor de él) El Hombre Araña también escribe poesía de José Luis Trueba Lara  (Porrúa, 2005).



















2 comentarios:

  1. MY OWN LORD VINCENT,
    LIVE LONG AND PROSPER

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  2. Gracias por este hermoso e ilustrativo texto. Yo también admiro mucho al maestro Viicente... me acerqué a su escritura a través de La invencible, es lapidaria, sobrecogedora, contundente y de efecto prolongado. Tomo prestada esta imagen de él que me gustó para nuestro archivo de la Academia. Registro la fuente. Muchos saludos.

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