viernes, 5 de marzo de 2010

Una pausa (nominaciones y curiosidades vampíricas)

El próximo domingo la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Estados Unidos entregará sus premios a lo mejor del cine (según ellos) del 2009. La experiencia nos ha enseñado que los llamados Oscar no siempre son un parámetro eficaz para definir la calidad de una película. Pero no dejan de llamar la atención dos cosas: la ampliación de la lista de nominados a ciertos premios y la diversidad de las cintas contempladas. Por ejemplo, coexisten en la principal categoría títulos tan disímiles como Bastardos sin gloria, Sector 9, Avatar y Up, una aventura de altura. A pesar de todo, el inminente evento cinematográfico no deja de ser interesante para el tema de este blog pues en él se enfrentarán cintas como algunas de las anteriormente mencionadas, Sherlock Holmes, Viaje a las estrellas y El fantástico señor Zorro (basada en el relato de Roald Dahl). Veamos…
En otro rubro, tan ineludible para su servidor, ayer vi una modesta coproducción australiana y estadounidense de 2009 (que por supuesto no fue nominada a los Oscar) llamada Daybreakers, insólitamente traducida en México como La hermandad. Tengo opiniones encontradas sobre ella. En el 2019 (a sólo nueve años de distancia) la humanidad ha colapsado por una plaga y la mayor parte de su población se ha convertido en vampiros. Una malvada corporación multinacional capitaliza el negocio de la distribución de alimento para la clase dominante, el cual escasea pues los seres humanos están al borde de la extinción. El hematólogo vampiro Edward Dalton (Ethan Hawke) lucha por descubrir un sustituto de la sangre tan codiciada y por terminar con la cacería que lleva al hombre a su total aniquilación. Su jefe vampiro, Charles Bromley (Sam Neill), no hace mucho caso a su perseverancia pues tiene una agenda secreta. Inesperadamente, nuestro héroe se topa con un grupo de disidentes humanos liderados por Elvis (Willem Dafoe) y con una insólita cura a la condición vampírica, que puede ser el fin de todos los males.
La trama, en la que el devorador de cintas de ciencia ficción puede descubrir elementos de Gattacca, Bladerunner y Matrix, además de una profunda influencia de Blade, Vampiro$ de John Carpenter y Soy Leyenda de Richard Matheson, es un curioso matrimonio de géneros. Los monstruos sucumben, como sabemos todos, ante el inclemente rayo del sol o la estaca en el corazón. Pero lo más interesante es su necesidad de ingesta de sangre como una forma de evitar la degradación física e intelectual: al borde de la inanición, los vampiros pierden todo vestigio de raciocinio y se transforman paulatinamente en horribles monstruos alados que irrumpen en los domicilios para saciar sus apetitos. Se convierten en los vampiros de los vampiros. Su aspecto bestial no deja de recordarnos el de Gary Oldman en el Drácula de Bram Stoker o al de las criaturas de El descenso, como vemos en algunas imágenes de esta entrada.
El tercer trabajo de los directores, los hermanos Peter y Michael Spiering (también guionistas de la cinta), pretende edificarse como una alegoría de la forma indiscriminada en que agotamos nuestros recursos naturales y la voracidad de las empresas transnacionales. Le veo toda la intención de convertirse en una saga. Con todo y sus baches sería más interesante que productos recientes sobre jóvenes vampiros metrosexuales, aunque ni por asomo igualará su éxito económico.
¡Y hoy estrenan Alicia!

1 comentario:

  1. casualmente estaba viendo el programa en el momento en que hablan de las peliculas de terror, y Oh,Espanto! cometieron una infamia, una atrocidad al osar decir que la saga innombrable (dicese Crepus....eso) entraba en la categoría de TERROR.

    Esa película tiene de terrorifica y sangrienta lo que el D.F. de salubre...

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