jueves, 10 de noviembre de 2011

Devolver la humanidad a los muertos

La cultura popular nos ha enseñado que un zombi, en solitario, no representa una gran amenaza, pues un hombre en plenitud de sus capacidades puede enfrentarlo fácilmente. La historia es diferente cuando se trata de varias decenas. Ahí radica el elemento más perturbador de este monstruo: una multitud de ellos significa una muerte segura. Son el equivalente a una turba de linchamiento, irracional, con quién no se puede entablar diálogo alguno. “No somos machos, pero somos muchos”, dice la expresión popular. Y estamos acostumbrados a percibir la amenaza zombi como una masa informe, sin personalidad. Acaso es curioso ver sus atuendos. “Mira, la zombi enfermera”. “Mira, el zombi trajeado”. “Mira, el niño zombi”. Sin olvidar la obligada zombi desnuda, tal como nos la presentó George Romero en La noche de los muertos vivientes en 1968.
Pero hace unos días descubrí, gracias a mi amigo Israel Rodríguez, un estupendo cortometraje que devuelve su identidad a los muertos. Se titula “Everything dies”. Este es parte del fenómeno The walking dead, la teleserie creada por Frank Darabont a partir de los cómics de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard. Si ustedes la han seguido, recordarán que en su primer episodio el asistente de comisario Rick Grimes (Andrew Lincoln), al salir del coma y encontrarse con un escenario apocalíptico descubre, arrastrándose lastimeramente en el pasto, a una zombi partida por la mitad, en avanzado estado de descomposición. La escena le impacta profundamente. Posteriormente Rick regresa y le dispara a la cabeza como un acto de misericordia, “poniendo fin a su sufrimiento”. Bajo la dirección de Greg Nicotero, brillante artista de maquillaje  convertido en productor y cineasta, el guión de John Esposito nos presenta a Hannah (Lilli Bridsell), un ama de casa común que lucha por sobrevivir –junto a su esposo e hijos- al despertar de los muertos. El trágico fin de sus días marca su breve aparición en la odisea de Rick. Su historia parecería irrelevante a simple vista, pero es un recordatorio de su paso por este mundo. Porque tendemos a olvidar que todos esos zombis que tanto nos aterrorizan en la pantalla –chica o grande- fueron personas, hijos de alguien, padres de alguien, esposos de alguien. Eso cobra relevancia en un momento donde el discurso oficial y mediático se afana en etiquetar a las víctimas de la atrocidad como “las muertas de Juárez” o “las bajas de la guerra contra el narco”. En sus últimos momentos al lado de sus seres amados, Hannah enfrenta la verdad inevitable que da nombre al corto: “todo muere”.
Ve "Everything dies"       

2 comentarios:

  1. El tema de los zombies ha estado presente en fechas recientes. Hace tiempo escribí un texto llamado "Por la Dignidad del Zombie", esperando que no humillen a este genial personaje a través de tonterías como Crepúsculo y su secuelas -que han sido, todas, devastadoras para el mundo vampiresco-.

    Me ha gustado mucho tu texto, y el corto sí es muy bueno. En lo personal me ha defraudado bastante The Walking Dead trasladada a serie de TV, pues los zombies han pasado a ser personajes incidentales.

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  2. Genial, Mariana. ¿Dónde es posible leer tu texto? Suena muy interesante. De The walking dead pienso que ese es el propósito de Frank Darabont: centrar su historia en el drama humano ante una situación extrema. No olvidemos que pese a sus puntos en común, la televisión y el cómic son dos medios distintos. En lo personal disfruto ambos y creo que tienen virtudes y defectos. Recibe un abrazo.

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