jueves, 12 de diciembre de 2013

En defensa de la Mujer Maravilla

Es oficial. Zack Snyder, director de la afortunada El Hombre de Acero (2013), anunció que la incipiente actriz israelí Gal Gadot, de 28 años, será la Mujer Maravilla en la venidera secuela de la cinta, Batman contra Supermán. Las reacciones no se han hecho esperar. Negativas, por supuesto.
La creación del psicólogo estadounidense William Moulton Marston es, esencialmente, una Amazona, una guerrera que representa la igualdad sexual, el poder femenino, la sensatez, la verdad –su Lazo Mágico no era otra cosa que el Polígrafo, o detector de mentiras, al que Moulton hizo contribuciones definitivas- y la sensibilidad en un panorama dominado por personajes varones en la incipiente industria de las historietas. Es un símbolo contundente del feminismo y una figura que ha tenido numerosas transformaciones desde su primera aparición en 1941. También fue criticada por el psiquiatra germano estadounidense Fredric Wertham –el más grande enemigo de los superhéroes-, quien aseguraba que fomentaba fantasías de dominación sádicas y masoquistas. Pero no nos desviemos.
Entre los aspectos que influyeron en la elección de Gadot, cuya carrera oscila entre los concursos de belleza –en 2004 representó a su país en Miss Universo-, el modelaje y la actuación –sus participaciones más reconocidas son en dos de las películas de la serie Rápido y furioso-, está una formación militar y sus capacidades histriónicas.
Sin duda tiene un enorme disfraz que llenar. Yo visualizo a la heroína de la forma en que la dibujó el artista estadounidense Alex Ross, grande e increíblemente hermosa, como una verdadera amenaza para la estructura masculina. Por otra parte, la imagen televisiva de Linda Carter y sus volteretas es insuperable. El nombramiento de Gadot me parece francamente pobre, más en deuda con afanes mercadológicos y los cánones de belleza anoréxicos del Hollywood de nuestros días. En algo que Marvel Studios aventaja a DC Comics es en sus atinados repartos, que incluyen a primeros actores –Edward Norton, Samuel L. Jackson, Robert Downey, Jr. y Mark Ruffallo-, a promesas –Chris Evans, Tom Hiddleston, y Chris Hemsworth- y a muy competentes actores de apoyo –Gwyneth Paltrow, Natalie Portman, Mickey Rourke, Jeff Bridges, Sir Anthony Hopkins, Don Cheadle, Scarlett Johansson, Guy Pearce, Sam Rockwell, Hugo Weaving, Tommy Lee Jones, Sir Ben Kingsley,  y Stellan Skarsgård- para dar mayor altura a sus fastuosas producciones. DC carga penosos recuerdos -¿vieron Linterna Verde con Ryan Reynolds?- y sólo tiene a su favor al competente Henry Cavill como el último hijo de Kriptón. Hace unos meses se anunció la controversial designación de Ben Affleck para interpretar al Justiciero de Ciudad Gótica. Y por mucho que esto último me alarme, todo es superado por la joven Gadot.


Pero como dice la expresión popular, “ya ni llorar es bueno”. Todas mis dudas se aclararán en 2015.

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