Una de las influencias más notables de Tim Burton es sin duda la obra del caricaturista estadounidense Charles Samuel Addams (1912-1988), cuyos dibujos aparecieron en el semanario New Yorker (casa también de Truman Capote) de 1932 a 1987. Oscar Pálmer, en el estudio introductorio a la compilación de la obra de Addams, “La familia Addams y otras viñetas de humor negro”, publicada en 2004 por la distinguida Editorial Valdemar, recuerda el epitafio que emitió William Shawn, editor del New Yorker entre 1951 y 1987, tras la desaparición física del caricaturista: “The New Yorker no estuvo completo hasta que Charles Addams empezó a publicar en él”. Y es que el estilo de Addams, generalmente viñetas unitarias (o one-liners) que denotaban un humor ácido y retorcido que sofisticaban la línea editorial de la publicación, era increíblemente atractivo. Entre su producción brilla un insólito cartón, publicado por vez primera el 6 de agosto de 1938, crítica mordaz a la familia norteamericana, convertido en seriales televisivos, caricaturas, películas y obras de teatro. El clan Addams, integrado por los amorosos padres Morticia y Gómez (u Homero, según el clásico doblaje de Jorge Lavat), los pequeñines macabros Wednesday (Merlina) y Pugsley (Pericles), el tío Fétido (o Lucas, con la voz del maravilloso Jorge Arvizu), la Abuela y el fiel mayordomo Lurch (Largo), representan al clan burgués promedio. Contra la creencia popular, en la amplia obra de Charles Addams para el New Yorker, que comprende más de 1300 cartones, la familia sólo aparece en escasos treinta. Los Addams representan la otredad y nos recuerdan que “las cosas son según el cristal con que se miran”. Su noción de normalidad es una bofetada a la familia tradicional, esa que promueve la extrema derecha. Ejemplo de ello es la famosa viñeta en la que Gómez, Morticia y Luch se disponen a arrojar desde las alturas el contenido hirviente de un caldero a un grupo de niños que cantan villancicos frente a su mansión. Precisamente Lurch, barbado en su primera aparición, está inspirado en Boris Karloff, viejo conocido de todos y de este blog, concretamente en el mayordomo que encarnó en “The old dark house” (James Whale, 1932). El anecdotario documenta que el actor llamó a Charles Addams para agradecerle el halago.
Recuerdo a esta “familia muy normal” porque Tim Burton anunció recientemente que uno de sus siguientes proyectos será una reelaboración de la creación más popular de Charles Addams, con la promesa de ser fiel a la intención del autor y con el estilo y tecnología que usó en “El extraño mundo de Jack”, “Jim y el durazno gigante” y “El cadáver de la novia”. Suena prometedor. Ahora viene la tortuosa espera.
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