jueves, 24 de mayo de 2012

De dioses y monstruos



Un aspecto que deliberadamente dejé de lado cuando escribí sobre la exitosísima cinta Los Vengadores (TheAvengers, JossWhedon, 2012) es sin duda uno de los que más aplaudo: el antagonista. En más de una ocasión he manifestado mi afición por los villanos (los de la ficción). Son los que ponen “sabor al caldo”, los personajes más atractivos no sólo porque ofrecen el conflicto indispensable en toda obra, sino porque resaltan las virtudes del héroe y se mueven fuera de sus normas. “Somos iguales, pero tú eres más aburrido”, le dijo JimMoriarty (Andrew Scott) a Sherlock Holmes (BenedictCumberblacht) en la traslación del detective al nuevo milenio. Pero regresemos aLoki, el Dios del Caos. Esta es la primera ocasión que es llevado a la pantalla grande. La encarnación de Tom Hiddlestone es estupenda, a la altura de los grandes villanos del cómic y de tiempos recientes en el cine. Observemos su diálogo con la Viuda Negra (Scarlett Johansson), por ejemplo, que –guardando las distancias- no deja de recordarme al de HannibalLecter (Anthony Hopkins) y ClariceStarling (Jodie Foster) en el hospital psiquiátrico en Baltimore. El Loki que vemos en un ser despiadado, que se regodea por los demonios personales de sus inferiores. Su patetismo original, debidamente retratado en la cuestionable Thor (Kenneth Brannagh, 2010) es aquí el que alimenta un genuino deseo de venganza y superioridad, al grado de hacer un pacto con el Diablo (los Chitauri) para conseguir sus propósitos.
El discurso de Loki no es distinto al de muchos personajes de la vida real. “Ustedes nacieron para ser gobernados” y “una hormiga no tiene problemas ante una bota”, piensa. Ese pensamiento tiene sin duda parecido con muchos penosos momentos de nuestro pasado, hoy tan en riesgo de repetirse dado el clima electoral. Como en las marchas de los últimos días –en distintas partes del país- y ese hombre entrado en años de la película, muchos no estamos dispuestos a arrodillarnos ante el poder corrompido. Pese a su posición divina, al final Hulk le recuerda su realidad tras unos buenos azotes. “Dios debilucho”, le dice. Y el malvado sólo deja escapar un gemido.
Pero basta de superhéroes por el momento. Recuperaré la crítica que mi buen amigo Rafael Aviña publicó sobre el filme el pasado viernes 27 de abril en la sección Primera Fila del diario Reforma. Nos vemos la siguiente semana. Tengo un “cuervito” que comerme.
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Lucha de egos
Rafael Aviña

TheAvengers: Los Vengadores (EU, 2012) representa sin duda la reunión más importante de héroes emblemáticos de Marvel. Y el responsable directo de este asombro es JossWhedon, un realizador con una filmografía de bajo perfil.
Guionista de Buffy, la cazavampiros y creador de la teleserie homónima, del filme de ciencia ficción serie B Serenity y coguionista de Toystory, consigue uno de los relatos más entretenidos y sólidos de esa amplia saga dedicada a los superhéroes de la historieta.
En colaboración con su coargumentistaZackPenn, Whedon evita las farragosas presentaciones de los personajes y se va directo al punto, tomando como partida el legendario relato aparecido en septiembre de 1963 firmado por Stan Lee y Jack Kirby.
La primera sorpresa es que coloca en el centro de la acción a un villano en realidad aterrador y perturbado, a la altura de los guardianes del bien que le harán frente.
Loki (Tom Hiddlestone) –nada que ver con su papel en la fallida Thor- con ayuda de una raza alienígena: los Chitauris, logra apoderarse del Tesseract, artefacto con una energía capaz de destruir a la Tierra y recluta contra su voluntad al eficaz arquero Halcón (Jeremy Brenner) en la espectacular secuencia de arranque.
Lo que sigue, es la inminente incorporación de héroes para colaborar por el restablecimiento del orden y la paz mundial que comanda Nick Fury (Samuel L. Jackson).
No obstante, los elegidos: Capitán América (Chris Evans), ItonMan (Robert Downey, Jr.), Thor (Chris Hemsworth), Dr. Banner/Hulk (Mark Ruffalo) y NatashaRomanoff “Viuda Negra” (Scarlett Johansson), tendrán quue lidiar primero con sus propias personalidades complejas y divididas para aprender a trabajar en equipo: una misión más complicada que su lucha contra Loki.
A pesar de un guión que repite una fórmula establecida y algunas secuencias donde se notan las costuras a los efectos, TheAvengers: Los Vengadoresequilibra de manera perfecta un gran diseño de propucción (el cvaos final en Nueva York), una notable banda sonora de Alan Silvestri, una acción brutal, rítmica y siempre en ascenso.
A esto se suma la química de las distintas personalidades y, sobre todo, un humor ácido y constante, con IronMan a la cabeza y como sorpresa final, Hulk acaba robándose a los espectadores. 

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