viernes, 18 de mayo de 2012

A donde nos llevaron todos los caminos


Para Abel Cobos, quien también cree en los héroes.

Pese a que la Historia nos ha enseñado que basta que dos personas (o naciones) se sienten frente a frente y firmen un papel, las grandes alianzas no se forjan de la noche a la mañana. El respeto y la confianza surgen a través de la convivencia, de comprobar la comunión de ideales y objetivos. Por eso me parecieron infundadas algunas opiniones sobre Los Vengadores (JossWhedon, 2012): “¿Qué mensaje nos dan, si nuestros defensores se la pasan peleándose la primera parte de la película?”. Esto era inevitable y comprensible si tenemos en cuenta que se trata del primer encuentro de personajes con formaciones y procedencias tan diferentes, de completos desconocidos. Hay quienes hablan de “amores a primera vista”, pero en el mundo real las cosas no suelen ser tan fáciles.
La tan esperada reunión del más popular equipo de superhéroes de Marvel Comics no decepciona en lo más mínimo. Es un espectáculo deslumbrante, lleno de efectos especiales, mucha acción, momentos refrescantes,todo realizado con la convicción de acarrear a los grandes públicos (y su dinero) a las salas de cine. Aunque nos encontramos ante un blockbuster, el guión de Whedon y ZackPennes preciso: no pierde tiempo en plantear antecedentes (esos ya los vimos previamente) y se centra en la formación de un equipo de “personas sobresalientes” enfrentadas –para no variar- a un mal que amenaza a la humanidad. Nick Fury (Samuel L. Jackson), director de la agencia ultra secreta S.H.I.E.L.D. y cazador de talentos, sufre el robo del poderoso cubo Tesseract por parte del malvado dios asgaardianoLoki (Tom Hiddlestone), lo que lo obliga a ensamblar un equipo conformado por el Steve Rogers/Capitán América (Chris Evans), (el “genio científico, multimillonario, filántropo y playboy”) Tony Stark/Ironman (Robert Downey, Jr.), el irascible Dr. Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo), la letal espía NatashaRomanoff/Viuda Negra (Scarlett Johansson) y, eventualmente, el poderoso dios Thor (Chris Hemsworth) y el mortífero arquero Clint Barton/Ojo de Halcón (Jeremy Brenner), todos parte de una iniciativa gubernamental y conocidos como Los Vengadores (el anglicismo puede ser contagioso y sonar menos amenazante, pero así los conocí cuando era niño).
Lo que más alabo del trabajo de los guionistas es la manera en que logran equilibrar la presencia e importancia de tantos personajes –tantos egos-, una de mis principales preocupaciones conforme se estrenaban las aventuras individuales de cada héroe pues sabíamos que se encaminaban a un encuentro. Las últimas entregas remataban (al final de los créditos, como en cinta de James Bond 007) con la leyendas como  “Thor regresará en Los Vengadores”, o“El Capitán América regresará en Los Vengadores”. Es innegable el peso de Robert Downey, Jr. en el elenco. No sólo es el de mayor trayectoria y capacidad actoral, sino que su carrera se encuentra en su mejor momento. Por eso su figura se encuentra en primer plano en la publicidad del filme –por delante de la del líder del grupo, el Capitán América-  y posee algunas de las mejores líneas de la historia (“Dr. Banner, soy un gran aficionado de su trabajo, sobre todo de la forma en que al enojarse se transforma en un gigantesco monstruo verde”, “Si no logramos salvar a la Tierra, puedes estar seguro que la vengaremos” o “¿Nadie me besó?”). Ello no disminuye a sus compañeros. Todos tienen una presencia justificada en la trama. El Capitán demuestra sus dotes como estratega militar y símbolo en momentos difíciles, Thor como la mejor opción para enfrentar a un igual y Hulk como la fuerza bruta en una batalla que parecería imposible ganar (“mi secreto es que siempre estoy enojado”). Es él quien termina robándose la cinta. En un principio objetaba, fiel a la idea de la continuidad, que Edward Norton (quien encarnó al verdoso en la aventura previa) fuera relevado por Ruffalo. Inmediatamente pensé que su negativa a participar se debió a su reserva a compartir créditos con otro actor talentoso como Downey, Jr, a no ocupar el centro del reflector. Esto lo refuerzan las opiniones de sus coprotagonistas y directores de otras producciones. Todos lo señalan como una persona conflictiva, difícil para trabajar. Al final creo que el gran perdedor es el propio Norton pues esto habría reactivado su carrera. Ruffalo dio grandes matices al personaje, como esa aura de melancolía y tragedia que le dieron Stan Lee y Jack Kirbycuando lo crearon en 1962.
En la ya tradicional escena final se nos revela al nuevo enemigo: Thanos, equivalente de Darkseid del Universo DC. Y posteriormente, en una secuencia no mostrada en Latinoamérica, los paladines –a sugerencia de Stark- saborean un delicioso shawarma, platillo árabe a base de carne de cordero, res, pollo o pavo con diferentes especias cocinados al carbón, muy similar a nuestros locales tacos al pastor. Mejor modo de celebrar una victoria, imposible.

1 comentario:

  1. Muchas gracias, mi estimado Roberto! En efecto, creo y seguiré creyendo en los héroes; en esos anónimos que nos topamos día a día y ni imaginamos cómo tocan y cambian la vida de tantas personas; pero sobre todo en esos de los cómics, las películas y la ficción en general, porque siempre son espectaculares, maravillosamente entretenidos e inspiradores.

    Tienes mucha razón, Los Vengadores no decepciona en lo más mínimo, es una película redonda que incluso, al igual que las 5 previas que confluyeron acá, nos muestra algunos posibles guiños a las futuras cintas, tanto a las secuelas individuales como la continuación para esta magna reunión de héroes.

    Ya escribiré mi opinión-reseña, pero mientras, te dejo (y a tus lectores) unos posts que escribí justamente sobre lo que 2011 y 2012 nos habían deparado en cuanto a superhéroes, y ya que tenga mi texto sobre The Avengers, se los comparto también:
    Parte 1, Parte 2, Parte 3 y Parte 4.

    Un abrazo!

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