Lo primero que me deslumbró de Hombres X (Bryan Singer, 2000) es que el estupendo guión de David Hayter –a partir de una historia de Tom DeSanto y el mismo Singer- iniciara en el campo de concentración de Auschwitz, Polonia, en 1944, exhibiendo la brutal realidad de ese momento histórico. Esto no sólo es fiel a la historieta, sino sienta el precedente perfecto que explica las motivaciones del personaje que aporta el conflicto. Y no menciono el acierto de presentarnos a Xavier y Magneto como dos hombres entrados en años –además Patrick Stewart e Ian McKellen, dos laureados actores de teatro, son grandes amigos-, siguiendo la lógica del paso del tiempo. Y a pesar de todas sus virtudes, el purista puede criticar que no es fiel del todo a la historieta pues emplea libremente personajes y situaciones de diferentes épocas de la serie. A pesar de todo, se convirtió en un éxito.
Su inevitable secuela, Hombres X 2 (Bryan Singer, 2003), es simplemente una de las mejores continuaciones basadas en superhéroes de historieta. Sólo su deslumbrante inicio, el ataque del Sorprendente Nightcrawler (Alan Cummings) a la Casa Blanca , alarde de efectos visuales, vale con creces el costo de la entrada. En cambio no fue tan afortunada –al menos argumentalmente- su tercera aventura, Hombres X, la batalla final (Brett Ratner, 2006), que incorporó nuevos personajes sólo para dar mayor vistosidad a la producción. El guión de Zak Penn y Simon Kinberg desaprovechó, por ejemplo, la adición de Warren Worthington III (Ben Foster), alias Ángel, o de Cain Marko (Vinnie Jones), también conocido como Juggernaut, el malvado hermano de Xavier en las historietas –lazo del que prescinde el guión de David Hayter-. De Hombres X, orígenes: Wolverine (Gavin Hood, 2009), cinta confeccionada para el lucimiento de Hugh Jackman, me reservo el derecho a platicar en otra ocasión.
Hombres X: primera generación (Matthew Vaughn, 2011) forma parte del fenómeno de las precuelas –precuelitis, lo bautizó un amigo- pero ofrece un resultado interesante por diferentes razones. En primer lugar diré que es un acierto enorme que esté ambientada en la época donde se gestó la historieta original –los convulsos años 60-, con numerosas alusiones a las tensiones políticas del momento –con discursos de John F. Kennedy y apariciones de Nikita Kruschev incluidos- y una trama que tiene la crisis cubana de misiles en el centro. El diseño de producción y musicalización recrean fielmente la estética de la época en la que nuestros padres vivieron su juventud. La cinta parece sacada de un episodio de Mad men. Otro acierto es que el vestuario de Sammy Sheldon empleara los distintivos colores azul oscuro y amarillo de los uniformes originales que dibujó Jack Kirby en su momento, candor que reproduce también la vestimenta morada de Magneto en su desenlace –con todo y su distintivo casco-. Curiosas son las referencias a Frankenstein de Mary Shelley y El extraño caso del Dr. Jekyll y el señor Hyde de Robert Louis Stevenson, así como las breves apariciones de Rebeca Romjin –la Mystique original- y Hugh Jackman quien corta de tajo, como su Wolverine, las intenciones de los protagonistas. De ellos (James McAvoy como Xavier y Michael Fassbender como Magneto) es palpable el estrecho lazo que forjaron en un momento donde comenzaban a explorar la magnitud de sus poderes. Además que Magneto fuera en parte responsable de la invalidez de su amigo es un excelente detalle.
Pero a pesar que disfruté la cinta hay algo que debo objetar: aunque Bryan Singer estuvo involucrado, el guión de Ashley Miller, Zack Stentz, Jane Goldman y Matthew Vaughn falla en ligar coherentemente los acontecimientos que describe y las subsecuentes aventuras –fílmicas- de los Hombres X. Me asaltan por ello preguntas dignas de un fanático obstinado. ¿Una vez expuesta la existencia de los mutantes, el Gobierno de Estados Unidos –su Agencia Central de Inteligencia y su Departamento de Defensa- los dejaría existir pacíficamente por 40 años si son una “amenaza para la seguridad nacional”? ¿Por qué esperó Magneto tanto tiempo, desde los eventos que describe la película, para dar su siguiente gran ataque en la Isla Ellis ? ¿Charles y Magneto olvidaron que conocían la existencia de Wolverine? ¿Si Charles y Magneto disolvieron su sociedad al final de la película, por qué reclutan juntos a Jean Gray en los 70, y Xavier aún puede caminar? ¿Si la Moira a la que se dirige el resurrecto Xavier en el epílogo de la tercera parte es su amada Moira McTaggert, agente de la CIA en la precuela, por qué ésta realiza las labores de un médico? En disculpa diré que ella era de hecho su colega e interés romántico en los cómics. Mi amada Ana Luisa resumió acertadamente el problema: “demasiados cocineros echan a perder el mole”. La intervención de tantas manos en la saga se hace evidente, y en definitiva esta es su mayor debilidad.
No menciono el caos que caracteriza a la serie, una de las más complejas y ricas en personajes de la industria de las historietas. Estos han tenido por momentos diferentes afiliaciones grupales e intereses, explorado dimensiones paralelas, viajado en el tiempo y enfrentado amenazas extraterrestres. Para el gran lector de los Hombres X, recomiendo ampliamente el libro Ultimate X Men (Doring Kindersley, 2000), de Peter Sanders, que incluye además un prólogo de Stan Lee.
Sin gozar de poderes especiales –por su impresionante éxito de taquilla- visualizo en el futuro una nueva aventura del grupo de héroes. Posiblemente un episodio que preceda el fenómeno creado por Synger. Porque nadie puede cuestionarle que abrió las puertas al Hombre Araña de Sam Raimi o al Batman de Christopher Nolan. Por ese simple hecho, se merece reconocimiento eterno.
A la película que inspiró éste texto, siempre agradeceré una frase que creo deberíamos defender todos los días:
"Mutantes y orgullosos".
A la película que inspiró éste texto, siempre agradeceré una frase que creo deberíamos defender todos los días:
"Mutantes y orgullosos".
Jajajaja... Sabía que no ibas a dejar pasar la semejanza entre First Class y la serie Mad Men, en especial por la aparición en ambas de la Ice Queen january Jones. Saludos, mi estimado Roberto
ResponderEliminarEs cierto, Yoatecutli. Muchas gracias por recordármelo. Saludos.
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